Polo: la prenda que nació entre caballos y raquetas y terminó en tu clóset

Origen deportivo, alma rebelde

Todo comenzó a principios del siglo XX, cuando los jugadores de polo en la India británica necesitaban una prenda más cómoda que las camisas de manga larga con cuello tieso. ¿La solución? Una camisa más ligera, con cuello suave que se abotonaba para que no volara mientras montaban a caballo.

Pero el verdadero giro llegó con un tenista francés: René Lacoste. Cansado de jugar en camisas formales (sí, con corbata y todo), decidió diseñar su propia camiseta para romper las reglas del tenis tradicional. Así nació en 1926 la primera polo moderna: manga corta, tela de punto transpirable, cuello flexible y botones. Nada mal para un deportista que buscaba comodidad sin perder estilo.

🌆 De la cancha a la calle

Lo que comenzó como una prenda funcional se convirtió en una declaración de estilo. En los años 50 y 60, la polo dio el salto a la cultura urbana. Fue adoptada por íconos del cine, músicos, artistas y jóvenes rebeldes que buscaban una forma de vestirse con clase, sin parecer demasiado formales.

Con el tiempo, diferentes marcas y culturas la hicieron suya. Desde los mods en Londres, hasta los estudiantes preppy en Estados Unidos, la polo se adaptó, evolucionó y nunca pasó de moda.

🧵 Hoy: símbolo de estilo sin esfuerzo

La magia de la polo está en su equilibrio: ni tan informal como una camiseta, ni tan seria como una camisa. Puedes combinarla con jeans, pantalones chinos o bermudas. Para el trabajo, el fin de semana o una salida nocturna. Es esa prenda que grita: “me veo bien, sin intentarlo demasiado”.

¿Sabías esto sobre la polo?

• El término “polo shirt” se popularizó en Estados Unidos en los años 70.

• El piqué de algodón, clásico en las polos, permite transpiración y estructura sin sacrificar suavidad.

• En muchas culturas, usar polo era un símbolo de pertenecer a un grupo selecto o rebelde.

¿Y tú? ¿Cómo usas tu polo CARPENTER?
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